martes, 16 de marzo de 2010

PERIODISTAS ATACADOS A BALAZOS POR TURBA

Cuando cubrían información de traslado ilegal de azúcar de Andahuasi.

Fueron perseguidos por más de 100 personas y culpan a Wilder Ruiz de este atentado.

Los actuales administradores de la empresa azucarera Andahuasi cada vez recurren a actos más violentos para continuar con la venta ilegal del azúcar. En esta ocasión, el vehículo oficial de la compañía transportó a centenares de sujetos no identificados –que sería personal del grupo que administra la institución– con armamento de largo alcance y objetos contundentes para atacar a aquellos pobladores que se interponían en el trayecto de los tráiler con cargamento que se dirigía de Sayán hacia Lima.

Hace algunos días, un grupo de andahuasinos, a la altura de Humaya, fueron atacados por desconocidos, quienes dispararon balas y lanzaron piedras cuando intentaron retener los vehículos pesados. Pese a la agresión, la Policía Nacional no detuvo a ningún sospechoso. Esta vez, tres periodistas de la provincia de Huaura vivieron más de 30 minutos de incertidumbre tras ser intensamente perseguidos por un grupo de sujetos que estarían ligados al grupo de Wilder Ruiz, quien hasta el momento tiene ilegalmente el poder del ingenio.

Los hombres de prensa, Eduardo Solís, Jorge Susaníbar y Carlos Faustino –este último de esta casa periodística– fueron atacados con piedras y disparos de bala, en el sector del Cerro Montero, en Santa María. Afortunadamente, sólo sufrieron leves golpes en diversas partes del cuerpo; sin embargo, uno de ellos, perdió su cámara de video, mientras huía del ataque.

Los agraviados narraron que se dirigieron a ese lugar para verificar si continuaba la venta ilegal del azúcar, ya que todavía continúa el proceso judicial que sostiene el Grupo Wong y la firma Bustamante en la Corte Superior de Justicia de Huaura, por el que se decidirá quién deberá tomar las riendas de la empresa. Ni bien llegaron, fueron sorprendidos por un grupo de personas que lo siguieron por todo el Cerro Montero. Incluso forzaron puertas de las viviendas con la finalidad de encontrar a los periodistas. Algunos vecinos fueron golpeados por restringirles el ingreso.

Eduardo Solís y Jorge Susaníbar huyeron por el Cerro y anduvieron por más de dos kilómetros; en tanto, Carlos Faustino, se quedó escondido en una de las moradas, para despistar a los sujetos. Afortunadamente, no se lamentó la muerte de unos de ellos, a pesar que ese parecía ser el objetivo de estos delincuentes que los perseguían a balazos y con otras armas blancas contundentes. La Policía Nacional no hizo nada al respecto, a pesar que se les había avisado a algunos efectivos de lo que ocurría en ese momento. Ésa es la posición de la Policía, mantenerse al margen de lo que ocurre. ¿Será que se les está pagando para que no actúen de acuerdo a la ley?

La Junta de Directivos de la Asociación Nacional de Periodistas del Perú, a nivel del departamento de Lima, rechazó los actos que atentaron contra la integridad física de los reporteros, a través de un documento de la Oficina de los Derechos Humanos del Periodista.

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