martes, 12 de enero de 2010

TRABAJADORES QUE APOYABAN A BUSTAMANTE SE REVELAN

Piden que cese descontrol y que se acabe de una vez grave crisis de empresa

Insisten en que se de cuenta de los 17 millones de soles por venta ilegal de azúcar

Se veía venir. Un grupo de trabajadores de Andahuasi, que hasta hace poco apoyaban la presencia del grupo Bustamante en la empresa, parecen haberse dado cuenta que la azucarera no tiene futuro en manos de esta firma, ya que la crisis sigue agudizándose.

El problema, como era de esperarse, no sólo se da en el campo económico-administrativo, sino también en la parte laboral y de relaciones humanas. Recientemente, un grupo de empleados reclamaron airadamente a los actuales conductores de la empresa para que presenten las cuentas claras por todas las acciones que han venido realizando desde hace muchos meses.

¿Dónde están los miles de soles que se han obtenido por la venta de cientos de tráiler cargados de azúcar que se llevaron a Lima? ¿Cuándo se va a cumplir con la promesa de los pagos atrasados de obligaciones laborales y sueldos?, son algunas de las preguntas muy frecuentes que se hacen los trabajadores de la azucarera Andahuasi. En tanto los directores viven cómodamente, esperando negociar sus acciones, el personal pasa las penurias más inimaginables. En Andahuasi, el clima de desesperación es cada vez más latente.

“¿De qué ha valido tanta resistencia? ¿De qué valió derramar sangre con heridos y muertos? ¿Dónde está lo que nos prometieron Jiménez y Bustamante? ¿Cuánto tiempo más tendremos que esperar?”, se preguntaba un trabajador de la zona, perturbado por los sueldos atrasados.

Para nadie es extraño que para mantener la actual conducción de la empresa se contrató a agentes de seguridad e inclusive a matones para repeler cualquier intento de ingreso de los administradores reconocidos por la Superintendencia Nacional de Registros Públicos. Todo ello, se paga con el dinero de la venta de azúcar, que debería utilizarse para pagar los sueldos atrasados de los obreros y sembradores de caña.

“En estos momentos difíciles y de crisis profunda queremos conversar con Bustamante y Jiménez para que resuelvan nuestros problemas. ¿Qué será de nuestras familias? ¿Qué futuro nos espera como trabajadores? ¿Acaso no es suficiente lo que hemos pasado?”, se interrogaba otro empleado.

Como se conoce, en mayo aproximadamente se inició en la empresa azucarera una crisis que hasta el momento no tiene solución, la cual fue por la toma del poder en ese ingenio huachano. Con ello, los principales trabajadores han sido los trabajadores, que sufren por la falta de pagos, pese a que continúan laborando normalmente en los cañaverales. La producción de azúcar ha sido vendida ilegalmente por los actuales administradores, sin que éstos rindan cuentas de qué se ha hecho con el dinero.

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